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5/10/12

Álvarez: “La Generación Dorada es un grupo de muchachos estrictamente talentosos, muy sacrificados”

Entrevistada redonda


Manuel Álvarez trabaja, desde hace 6 años, junto a los mejores basquetbolistas de la nación a nivel mundial. Los prepara físicamente para que rindan al máximo. Esta nota no se queda atrás. Entérate, en esta entrevista, cómo llegó a estar donde está. 


El preparador físico de la Selección Argentina de Básquet, Manuel Álvarez (42), cedió un lugar en su oficina en el Colegio del Centenario, de la Ciudad de La Plata, para dialogar sobre cuestiones personales, de su pasado, presente y futuro, en relación a la pelota naranja. Además de tener dicho cargo en el combinado nacional, es Director del recién nombrado establecimiento educacional, como también tiene dos gimnasios en la ciudad de las diagonales. Alguien que dice las cosas como son, que se propone metas, que siempre tuvo y tiene sueños, y sobre todo no se agranda por la situación deportiva por la cual pasa. Ese es el entrevistado.

Sus comienzos
“En ese momento, cuando comencé estudiando Educación Física, me dedicaba al atletismo, además de estar vinculado al área de entrenamiento de la liga amateur de fútbol, y eso me entusiasmó a ser profesor” indicó Álvarez haciendo referencia a sus principios relacionados al deporte. “De la mano de ‘Fito’ Pássaro, que era ayudante técnico en ese entonces, entré a Gimnasia, ya que con él fuimos compañeros en la facultad, y participé en un concurso interno. Quedé, y me hice cargo del primer equipo, que por aquel momento jugaba en la Liga Nacional B (NdeR: actual Torneo Federal)”sostuvo en relación a sus principios.
“Entre mis 20 y 30 años me dediqué a formarme, sacrificando muchas situaciones, ya que cuando uno decide desvincularse y trabajar, y a la vez formarse y en el camino quedan muchas cosas, pero sirve para la auto-superación, para formarse día a día. Hoy a mis 42 años y en el deporte de alto rendimiento, trato de seguir, de sentirme ‘alumno’ y seguir formándome. Ésta es una actividad donde la pasión es un domicilio permanente, y el día en el que se te acaba ese fuego es un momento de dar un paso al costado. Yo, por eso, he sido un afortunado por todo lo que me pasó. En el Básquet, no sólo en la Ciudad de La Plata, y luego en el transito a la selección, poder dar la vuelta al mundo, estar en los mejores estadios, con las mejores selecciones, y eso te pone en un lugar que resalta y exalta la posibilidad de aprender un poco más” mantuvo el ex preparador físico de Gimnasia y Esgrima La Plata.
Cuando se le preguntó porqué se introdujo en el deporte de la pelota naranja, afirmó:“Al básquet entré porque se me abrieron las puertas de desarrollar el área de entrenamiento deportivo. En los principios de la década del 90, en el mundo había una especialización y acá teníamos en Argentina una idiosincrasia de la preparación física en general, con el cual entendía que podía, hacerme cargo, sin estar en estar en el mundo del básquet, y trabajar. Y me involucré y me enamoré del deporte. El que me abre las puertas es un amigo de la facultad, que era entrenador de básquet y consideró que yo tenía las herramientas para trabajar aquí.”

Esfuerzo, ganas, pasión y trabajo
Esas cuatro características son algunas de las principales para definirlo  Comenzó estudiando para el profesorado de Educación Física en la UNLP en 1989, y luego de conseguirlo en 1992, viajó por primera vez a Europa a hacer un posgrado en Madrid, y luego especializaciones en Barcelona, Cuba, México y Ecuador. 
Profesionalmente estuvo trabajando en Gimnasia y Esgrima La Plata, de la mano de Rodolfo Pássaro, desde 1993 hasta 2005, y tras 7 meses sin trabajar, llegó a la Selección siendo llamado por Sergio Hernández, junto a Gonzalo García. Tiene contrato hasta 2014 con la “Generación Dorada”, y, además, da congresos y charlas sobre básquet.

Sus pasos como preparador físico

Quién te abre las puertas en un trabajo, el que te da esa posibilidad es muy importante en la vida de uno. Para él fue Gimnasia y Esgrima La Plata, y así lo recordó:“Gimnasia transciende los límites de la ciudad, a nivel institución y en relación al básquet. Su sello en este deporte se dio a finales de los 70 y principios de los 80, hablar de ellos son palabras mayores, además en ese momento, con Obras Sanitarias y  Ferro, eran los más importantes en la Liga Metropolitana. Luego, cuando se formó la Liga Nacional de Básquet, tuvo su lugar pero como todo, tuvo sus vaivenes de las crisis económicas típicas institucionales. Rescato, de Gimnasia, estar agradecido por abrirme las puertas, y he conocido gente que ha estado en el club, que hoy soy amigos. Me siento halagado de haber trabajar en una institución que en los 90’, junto a Boca y River, tenían 3 deportes de alto rendimiento en puesto de vanguardia. Después en el 2004/05, cuando sale campeón, el presupuesto era limitado y por cuestiones contractuales decidí desvincularme del club, pero respetuosa y afectivamente. Si bien no soy hincha del club, tengo un sentimiento de inmenso.”



El paso a la Selección
De formar parte de un club a representar a tu país no es algo de todos los días, o que te asciendan de tu puesto a un mayor tampoco. Te enorgulleces y estás feliz porque remarcan tu trabajo. Lo mismo sintió Álvarez, y aseguró que: “El traspaso fue un antes y un después. Tuve 7 meses sin club, y recibí el llamado del entrenador Sergio Hernández, donde uno de sus asistentes es Gonzalo García, que es un amigo con el que estuve en Gimnasia. Si bien lo conocía a Hernández por torneos y enfrentamientos, no tenía una relación, pero fue un salto de calidad inmenso y que da un roce internacional. Nos  hacemos cargo de una selección que llega al tercer puesto en Venezuela y luego en Mundial de Japón. Pase de no tener club a estar en Japón entrenando a la “Generación Dorada” con todo lo que implica. Nunca he sido un fanático, no he tenido ídolos, excepto en cuestiones afectivas como mi padre o mis hermanos, lo demás no me llamó la atención. Trabajar o no con Ginobilli no es que no me deje dormir. Es el perfil que tengo, soy así y trabajo con mucha tranquilidad y no con presión. Ya cuando los conoces es más cómodo, ya que reconocen a cada uno de los recursos humanos que forma un plantel como una autoridad y hacen lo que tienen que hacer, son muy respetuosos a la preposiciones. Están hermanados al esfuerzo, y eso al preparador físico le soluciona todo los problemas. Es un grupo de jugadores que se motiva con el sólo hecho de estar juntos  y tienen el hambre de ganar. En mi paso, donde todavía sigo, particularmente he tenido un desarrollo profesional único, no solo de sesiones de entrenamiento, además hablo de conocer culturas, otras personas, otros vínculos, que te llevan a tener una visión más amplia. Me hizo valorar lo de Argentina, que con pocos recursos se consiguen muchas cosas. La formación en Argentina ha sido y está a nivel de muchas en relación internacional, específicamente la UNLP. Con respecto a la ‘Generación Dorada’, es un grupo de muchachos estrictamente talentosos, muy sacrificados, que han conocido la victoria o el sabor del podio muy jóvenes, con el subcampeonato del mundo en 2002, y luego en Atenas 04 con la de oro. Ese sabor cuando conoces el resultado y la repercusión de la victoria, genera que sea un equipo ganador, y a su vez después de haber ganado querés seguir en racha. Aquellos que se conforman estar terceros o cuartos es porque no conocen dicho sabor. Ese fue el quiebre del 2002-04 hasta ahora, que ha hecho que esta base de jugadores quiera seguir perteneciendo en la Selección. Hoy Argentina tiene un sello que te da un orgullo inmenso. La enseñanza que me deja es: que la mentalidad ganadora, la concreción de un logro es el trampolín para seguir mejorando.”


Un recuerdo que lo marcó
Tras 6 años con este entorno, era inevitable preguntarle por algún hecho que lo haya marcado. “Uno de los recuerdos más importantes fue cuando perdemos la posibilidad de entrar en las semifinales del 2010, en Turquía, fue muy doloroso. Nos juntamos todos en una sala y él capitán dijo ‘ahora vamos a jugar otro torneo, y tenemos que ser ahí los mejores’ y eso conseguimos, salir quintos ganándole a España por el quinto puesto. Cuando la realidad de pone un techo, hay que tratar de construir otro. Aunque no logramos el campeonato, hay que dejar la mejor impresión y hacer bien tu trabajo” afirmó el preparador físico.

El futuro del básquet
Es de público conocimiento las edades de los importantes jugadores de la Selección, y que cada cual tiene sus tiempos, por ende, Álvarez, al respecto, remarcó que:“Lo que pasa en el futuro del básquet argentino, es que hay una realidad del recambio que ya se transita. Pagará algún costo. Habrá ausencia de grandes jugadores, tuvimos a Oberto, Ginobilli está cerca, Scola estará un poco más, igual que Delfino, Gutierrez, Prigioni y Nocioni. Estaremos un poco delgados ya que el paso del nivel de los jugadores de la Liga Nacional a Europa, por la crisis, no se dará, será imposible, no hay incorporaciones, faltaría ese salto de calidad, a pesar que la LNB es muy buena.”

Londres 2012
“Hicimos un muy buen básquet. Hemos tenido la mala fortuna de enfrentarnos a Estados Unidos en la semifinal, ya que son indiscutidos y te hace pelear la medalla de bronce. El cuarto puesto está bien, le doy más jerarquía a Rusia. Jugamos ante un rival durísimo, mucho recambio, tienen al mejor base de Europa, que no tenía buenos partidos pero contra nosotros nos complicó. Tuvimos que decodificar su defensa para hacerle daño, y nos ganaron bien. A medida que pasa el tiempo, a todos nos hubiese gustado tener la de bronce, pero sabiendo quienes están en el podio, es mucho más que digno. El sello que deja es que Argentina sigue apostando a dejar al país bien arriba” analizó con respecto al último Juego Olímpico en Londres, donde Argentina culminó cuarta, detrás de USA, Lituania y Rusia.

Además de lo dicho…
En la actualidad, además de ser preparador y director de un colegio, como formar parte en un gimnasio, da cursos y charlas sobre lo que él aprendió y conoce sobre la preparación en el deporte. “Es mi fuerte, nunca abandoné la docencia. Trato de practicarla en cuanto pueda. La vida profesional me ha puesto en un lugar en donde soy un referente en la preparación física en el básquet, y poder transmitir esa experiencia en institutos académicos me hace sentir bien. Es más, cuando deje la Selección Argentina, que está al caer, porque no sé cuánto tiempo más estaré vinculado, lo que más extrañare será poder transmitir desde un lugar que me da este puesto. Si no hay vínculo no hay enseñanza, eso es lo más importante. El hecho de ser docente te da la duda como motor y genera potenciar sus capacidades y transmitirlas, que es la gran expresión de la docencia. Me siento cómodo y pleno con esto” indicó.

Un hombre humilde, que con esfuerzo, ganas, pasión y trabajo se ganó el lugar merecido dentro de dicho deporte. Hay que reconocerlo y aprender. Cuando uno quiere e intenta puede, y Manuel Álvarez es un ejemplo. Y no sólo aprovecha la oportunidad, sino la utiliza al máximo para su bien y para el de los demás. Un tercer puesto en Venezuela, un cuarto en Japón, un segundo en Las Vegas, tener la de bronce en Beijing, otro subcampeonato en Puerto Rico, el mencionado quinto puesto en Turquía y el primer puesto en Mar del Plata lo demuestran.