Nota sobre lo sucedido en La Plata, el 2 de Abril del 2013. La culpa es de usted.
Pérdidas.
Desaparecidos. Fallecidos. Lágrimas. Destrucción. Saqueos. Vecindad. Angustia.
Desesperación. Agua. Y las palabras pueden ser muchas más. No hay quien te pare
naturaleza, tu poder fue más que el de todos, pero juntos somos más. La ayuda
no vino desde afuera, sino desde adentro. De cada uno. De vos, de él, de ella,
de ellos y de ellas, de nosotros. Sin luz, sin agua, con fuerza y con ganas.
Salir adelante es algo difícil, pero no imposible. Se perdieron muchas cosas,
pero estamos. No todos, porque lamentablemente ya perdimos a 51 de los
nuestros. Gente ahogada, que no pudo salir de su propio sufrimiento. Dos días
después aparecieron las respuestas de los máximos dirigentes, de los que tenían
que arreglar esto antes de que pase y no con ‘el diario del lunes’. Pero no
culpemos fácilmente a Bruera, Scioli, Cristina o a quien sea. Porque sabemos
que la ciudad esta fácil para que esto sucede, una inundación, pero no de esta
manera.
Está bien, se
puede decir que tenían que haber más arreglos fluviales cuando las lluvias se
dieron en 2008 y en años anteriores, pero quien te decía que lloverían 400
milímetros en 7 horas… Nadie, ni el mejor meteorólogo. Verse las caras, y como
se dice ‘una mirada vale más que mil palabras’, pero los gestos también, porque
las frases no salían de las bocas de cada uno, sino las lágrimas y las manos
moviéndose, una sobre otra en forma horizontal. Uno, como cientos de miles de
personas, escribe desde el lado del damnificado, por más o menos que otros,
pero buscando una respuesta. Y no científica del porqué de la lluvia, porque es
algo más allá de lo que se puede saber y a mucha gente no le importa. Sino de
qué puede darse después, de cómo la gente se reincorporará a sus vidas, ya no
comunes, ya no como las de antes. Sin tu casa, lugar de trabajo, negocio, auto,
familiares o pertenencias.
Uno quería
respuestas el día 3, cuando el agua bajaba en varias zonas de la ciudad y
alrededores. Pero nadie aparecía, eran como la luz y el agua. Sólo medios de
comunicación, que informaban de lo que sucedía, y no más. Autos varados en las
entradas a La Plata, otros que pasaba y veían como estaban los cuerpos de
personas en otros coches. Lágrimas. Recomponerse después de esto será difícil,
y uno no sabe que es hasta que lo vive, como cada uno de ustedes. Por suerte,
no todos, porque otras personas no sufrieron nada, pero sorprendidos igual
porque recorrieron la zona buscando amigos y familiares.
Escribí y puse
que la culpa es de usted, hablando en tercera persona, como si uno culpara a
otro pero no se hace cargo. Si usted lo lee, y sí lo dice, también está
culpando a otro, y se sigue sin saber quién es el culpable. La lluvia se
dio, fue demasiado, pero lamentablemente nadie se hace cargo, nadie da
respuestas claras antes de lo que puede suceder sino cuando se tienen que
informar de fallecidos para que tengan que actuar. ¿Hasta cuanto tenemos
que esperar a que la cantidad de gente que fallezca tenga que ser la necesaria
para que se hagan cosas? Si somos humanos, seres inteligentes, ¿Porqué no
arreglar o ver lo que puede pasar? ¿Siendo una ciudad con muchas facultades que
saca gente inteligente, con dirigentes en nuestra ciudad que piensa por
nosotros: si sabe que cuando llueve se puede inundar, porqué no actúan antes?
Es fácil la respuesta, porque nadie hace hasta que algo pase.